Jaisalmer es ese tipo de lugar que te deja con la boca abierta desde el primer momento. Esta ciudad dorada en pleno desierto de Rajastán no es solo otro destino turístico más: es como meterse de lleno en un cuento de las mil y una noches. Entre sus calles de piedra arenisca y ese fuerte impresionante que domina todo el paisaje, vas a entender por qué la llaman la “Ciudad Dorada” de India.
Lo que realmente hace especial a este lugar es la experiencia completa. Durante el día puedes perderte explorando los laberintos del fuerte y sus palacios, pero cuando llega la noche y te plantas bajo las estrellas del desierto del Thar, ahí es donde pasa la magia de verdad. En esta guía te vamos a contar todo lo que necesitas saber para aprovechar al máximo tu visita, desde los imprescindibles hasta esas experiencias que van a hacer que tu viaje sea realmente inolvidable.
Jaisalmer no es un destino cualquiera: es una ciudad que brilla como oro en medio del desierto del Thar. Más allá de su ambiente mágico, aquí encontrarás un fuerte habitado, palacios tallados como encaje y noches que se iluminan con miles de estrellas. Estos son los lugares y experiencias que no te puedes perder en la llamada Ciudad Dorada de la India.
Estos son los viajes que ofrecemos que pasan por Jaisalmer:
Si hay algo que va a marcar tu visita a Jaisalmer, es subir hasta su famoso fuerte dorado, también conocido como Sonar Quila. Esta fortaleza del siglo XII no es solo un montón de piedras viejas: es una ciudad en miniatura donde todavía vive gente de verdad. Imagínate paseando por callejones donde las familias cuelgan la ropa, los niños juegan y los comerciantes venden sus cosas como lo han hecho durante generaciones. Es como viajar en el tiempo, pero con wifi.
Una vez que estés arriba del Fuerte, vas a entender por qué todo el mundo habla maravillas de este lugar. Te vas a encontrar con siete templos jainistas conectados entre sí, cada uno más impresionante que el anterior, con esculturas tan detalladas que vas a necesitar tiempo para apreciar cada rincón. El palacio real también merece una visita tranquila, y desde los distintos miradores vas a tener unas vistas del desierto que van a hacer que se te olvide sacar el móvil por un momento. Pero lo que realmente te recomendamos es que te quedes a pasar la noche en uno de los hoteles del fuerte. Cuando se pone el sol y el desierto se queda en silencio absoluto, vas a ver un cielo estrellado como nunca antes has visto. Es de esas experiencias que te cambian un poco por dentro
Si pensabas que el fuerte era lo único impresionante de Jaisalmer, espera a descubrir sus havelis. Estas mansiones antiguas son auténticas obras maestras talladas en piedra que te van a dejar con la mandíbula en el suelo. La Patwon Ki Haveli es la que se lleva todos los aplausos, y con razón. Son cinco mansiones conectadas que parecen sacadas de un cuento, con una fachada tan detallada que parece encaje hecho en piedra. Por dentro vas a encontrar museos que te cuentan cómo vivían los ricos comerciantes de la época, con objetos originales que te transportan directamente al pasado.
Pero no te quedes solo con esa, porque las otras dos también tienen su rollo. La Nathmal Ki Haveli tiene una historia curiosísima: la construyeron dos hermanos escultores que trabajaron cada uno por su lado, y por eso tiene esas asimetrías raras que en realidad quedan geniales. Está llena de elefantes, flores y soldados tallados que van a hacer que te pases un buen rato descubriendo detalles. Y luego está la Salim Singh Ki Haveli, que es la más rara de todas con esa forma tan peculiar en la parte de arriba. Los balcones arqueados parecen las plumas de un pavo real, y desde dentro las vistas son espectaculares. Son paradas obligatorias si quieres entender por qué Jaisalmer es tan especial.
Si te apetece escapar un poco del bullicio del centro, tienes opciones increíbles muy cerca que van a completar tu experiencia. El lago Gadisar es perfecto para empezar el día temprano, cuando todavía hay fresco y puedes ver pájaros migratorios revoloteando por ahí. Lo mejor es que está rodeado de templos pequeños y pabellones que se reflejan en el agua dorada, creando unas fotos que van a quedar geniales. Un poco más lejos tienes Bada Bagh, donde están los cenotafios de los antiguos reyes. Son como monumentos funerarios con cúpulas que al atardecer se ponen naranjas y crean un ambiente que parece de película.
Lodhruva y Kuldhara. Lodhruva era la capital antes de que fundaran Jaisalmer, y ahora solo quedan ruinas y un templo jainista reconstruido que está súper tranquilo comparado con los del fuerte. Pero lo que realmente te va a poner los pelos de punta es Kuldhara, un pueblo fantasma con una leyenda que da escalofríos. Cuenta la historia que todos los habitantes desaparecieron en una noche para proteger a una de sus hijas de un noble abusivo. Hoy en día está abandonado y tiene un rollo muy misterioso que hace que valga la pena la excursión.
Vamos a ser claros: si vienes a Jaisalmer y no haces un safari al desierto, es como ir a París y no ver la Torre Eiffel. Tienes varias opciones para llegar a las dunas de Sam o Khuri: en camello si quieres la experiencia más auténtica (aunque prepárate para el traqueteo), o en jeep si prefieres algo más cómodo. Pero lo que realmente importa es estar ahí cuando el sol empieza a ponerse. Ver cómo los colores del cielo se mezclan con la arena dorada es uno de esos momentos que no se pueden describir con palabras, solo vivirlos.
Si de verdad quieres llevarte una experiencia que nunca vas a olvidar, quédate a dormir una noche en el desierto. Olvídate de hoteles de cinco estrellas: aquí vas a dormir en tiendas básicas, comer comida local cocinada al fuego y ver espectáculos de danza tradicional. Pero cuando llegue la noche y te tumbes en una cama al aire libre con la Vía Láctea extendiéndose sobre ti como un río de luz, vas a entender que esto es mucho mejor que cualquier hotel de lujo. Eso sí, llévate ropa de abrigo porque en el desierto las noches son frías, repelente para los mosquitos y una linterna. Y si tienes suerte con el tiempo, vas a tener uno de los cielos más espectaculares que vas a ver en tu vida.
Una vez que hayas visto lo principal, todavía te quedan experiencias chulas por descubrir. Si quieres la foto perfecta del fuerte, vete al Sunset Point cerca de Bada Bagh al atardecer y vas a conseguir una vista panorámica que va a quedar espectacular. Después puedes bajar a perderte por los mercados del casco antiguo, que están llenos de vida. Ahí puedes probar un lassi fresquito que te va a venir genial con el calor, o cualquiera de los dulces locales que venden por ahí.
Jaisalmer es también un paraíso para las compras si te gusta el rollo artesanal. Vas a encontrar textiles bordados preciosos, joyas de plata, lámparas de vidrio que quedan geniales en casa y artículos de cuero de muy buena calidad. Eso sí, prepárate para regatear, pero hazlo con una sonrisa porque es parte del juego y los comerciantes se lo pasan bien tanto como tú. Y cuando ya estés cansado de tanto caminar, búscate una terraza con vistas al fuerte o al desierto y pídete un chai especiado. Ver cómo se van encendiendo las luces del fuerte poco a poco mientras tomas té es una de esas experiencias sencillas que al final son las que más recuerdas.
Antes de que te lances a la aventura, hay algunas cosas importantes que debes tener en cuenta:
Cuándo y cómo llegar:
Dónde dormir:
Consejos de supervivencia: